lunes, 13 de diciembre de 2010

Finanzas Personales Sanas

1. Define tu patrimonio.
Primero, necesitas saber cuánto tienes. Para hacerlo, sólo debes sumar todos tus activos (propiedades, acciones, ahorros, automóviles, etc.). Luego, réstale todo lo que debes (créditos hipotecarios, de consumo, etc.). Esta operación te dará como resultado una cantidad de dinero que será tu patrimonio. Si es posible, realiza este ejercicio trimestralmente para determinar si las decisiones que vas tomando son las correctas.
2.- Aprende a organizarte.
Antes de comenzar a ahorrar es necesario que te organices para pagar tus deudas. Si hoy tienes, por ejemplo, una deuda que te cobra un interés bajo, probablemente sea buena idea continuar pagándola poco a poco (sin realizar pre-pagos), con lo que no te descapitalizarás y podrás ahorrar un poco de dinero. Haz una lista de tus compromisos y precisa un calendario de pago (cuándo terminarás cada deuda si todo continúa igual y cuándo podrían terminar si decides pagar por anticipado). Lo más importante es que lleves un control de tus ingresos y gastos.
3. Reserva dinero para emergencias.
No sólo es útil, sino imprescindible, tener disponible algo de dinero para cubrir emergencias: atención médica, reparaciones domésticas, cambio obligado de vehículo, etc. Es ideal que estos recursos estén invertidos en una cuenta bancaria o de inversiones de libre disponibilidad (es decir, que puedas retirar el dinero en cualquier momento). Este consejo es muy útil para no gastar en emergencias el dinero ahorrado.
4. Ahorra en un seguro.
La mejor forma de ahorrar es evitar hundir tus finanzas con algún imprevisto, sobre todo médico. El consejo N° 3 te ayudará a superar "problemas" leves, no así en situaciones de gravedad. Por lo mismo, es una decisión recomendable contratar un seguro para gastos médicos mayores o accidentes. Afortunadamente, en el mercado existen opciones "con ahorro". ¿Qué es esto? Una parte de la prima

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