lunes, 27 de junio de 2011

Si hoy pudiera regresar el tiempo.

Si hoy pudieras regresar en el tiempo y encontrarte al tú de hace 15 o 20 años, o de los tiempos cuando iniciabas tu carrera profesional, ¿qué le recomendarías? Por supuesto no me refiero al sueño típico y guajiro de enseñarle al tu de tú pasado los trucos para ligar más o ganar la lotería… dejemos eso para Marty McFly.
Más bien hablo de qué grandes lecciones has tenido en los últimos años y que hubieras querido que alguien más te hubiera compartido.
En mi caso, los consejos que más me hubiesen gustado recibir hace años son:

1. Ni el puesto ni el dinero.
Elige tu trabajo no solo por el dinero que vas a ganar o el título que vas a ostentar.
Claro que todos queremos ganar bien y tener todas nuestras necesidades económicas cubiertas y todos nuestros gustos y caprichos cumplidos, pero si escogemos un trabajo tan solo por lo que nos da, jamás probaremos lo que el sentido verdadero de realización es. Seguro nuestro ego se sentirá halagado y protegido con un importante cargo escrito en nuestra tarjeta de presentación, pero ese cargo es solo prestado, temporal y de humo.
Date la oportunidad de, desde el inicio, comenzar a trabajar en tu carrera profesional haciendo lo que más te gusta y mejor sabes hacer. Se que en ese momento, queremos probarle al mundo lo buenos que somos en lo que hacemos y como nos destacamos ante todos, pero créeme, no te estás destacando de nada, por el contrario estás uniéndote a la misma fila en que millones y millones de personas están.

2. Investiga, prueba y encuentra tu camino.
Pocos se conocen a sí mismos y muchos menos saben que quieren hacer de su vida. Basta con pedirle a alguien que te digan 5 rasgos positivos de ellos mismos, para que se atoren a la segunda o tercera palabra. Y así, con esa falta de conocimiento, esperamos decidir a que nos dedicaremos el resto de nuestra vida. Salimos de la universidad, si tuvimos el privilegio de asistir a esta, y nos hacen creer que debemos comprometernos con un solo camino y que este nos guiará en la construcción de una exitosa carrera que llenará nuestra vida de gloria, fama y dinero. Y nos llaman “Job Hoppers” si después de un tiempo nos cansa el camino prometido y queremos tomar  otra opción.
¿Y quién nos iba a decir que uno de los publicistas y emprendedores más importantes en la historia de la publicidad fue aprendiz de cocinero y vendedor de estufas antes de comenzar verdaderamente exitosa carrera como publicista?
Por eso date el tiempo de investigar, de probar y de encontrar tu pasión, tu llamado, tu vocación. Nada jamás volverá a parecer solo un trabajo cuando sigues tu pasión.

3. Encuentra un propósito y haz las cosas por las razones correctas.

El ego, el miedo, la codicia y la ambición son grandes motivadores y pésimos consejeros. Al inicio (y no tan al comienzo también), tememos a la inestabilidad, anhelamos obtener un gran puesto, acumular poder y ganar mucho dinero; después cuando crecemos descubrimos que a pesar de todo el éxito que tenemos, somos infelices porque no hemos seguido nuestra pasión. Entonces algunos, los más atrevidos, deciden hacer un drástico cambio de dirección para seguir ese nuevo camino de realización, pero olvidan que solo seguir su pasión les lleva solo hasta la mitad del camino en  el que pueden perderse en un laberinto de auto satisfacción. Escoger hacer las cosas por las razones correctas implica buscar la mejor forma de alinear tu pasión con un propósito inspirador que deje una huella en la vida de otros también. Como dicen por ahí que el éxito de Steve Jobs no es porque haya decidido hacer las mejores computadoras, sino porque tiene claro que lo que quiere hacer es dejar una huella en el mundo.

4. No esperes a estar listo para arrancar.
Dejar de esperar, dejar de pensar, dejar de analizar y dejar de planear y empezar a actuar. Jamás será el momento ideal para independizarte, jamás todos los astros se alinearán mágicamente para pintarte un camino de flores y luces hasta un brillante pedestal donde te puedas parar. Muchas oportunidades sí se presentarán pero siempre habrá algo más que quisieras tener para sentirte por completo confiado en tomar esa tan pendiente decisión. La realidad es que el mejor momento para decidirte es hoy, ahora, cuando no estás listo porque de pasar todo el tiempo preparándote, jamás harás lo que tanto has querido hacer.

5. Enfréntate a lo que más miedo te da.
De cara al miedo hay solo una dirección en la que debemos correr… hacia él. El éxito y el fracaso son algunos de los conceptos a los que más miedo tenemos los seres humanos. Creemos que no somos tan buenos como para merecer ser exitosos y nos da un pánico atroz el hecho de estar casi convencidos de que seremos un fracaso total.
La realidad es nadie quiere fracasar, pero equivocarse y fallar en algo no es más que una lección más y nuevo paso hacia aquello que queremos lograr. Y sí, todos merecemos llegar hasta dónde queremos llegar si estamos dispuestos a trabajar por eso.

6. Paga el precio.

Así es, todos merecemos llegar hasta dónde queremos llegar, pero tenemos que estar dispuestos a trabajar y pagar el precio que eso nos va a costar. Toda decisión tiene una consecuencia y cuando decidimos seguir nuestra pasión y alinearla con un propósito inspirador, tenemos que estar dispuestos a pagar el precio que eso representa.

miércoles, 22 de junio de 2011

El Seguro de Vida y su Indisputablidiad

 ¿Cuál es el principal beneficio que adquiere una póliza de seguro de vida al cumplir dos años transcurridos de vigencia?
La Indisputabilidad.
¿Por qué es tan importante?
Porque al cumplirse el requisito de los dos años transcurridos la compañía aseguradora renuncia al derecho de disputar el pago de la indemnización en caso de omisiones o inexactas declaraciones.
¿Cuál es el significado?
Que la póliza se convierte en un cheque al portador independientemente de la causa de su fallecimiento.
DISPUTABILIDAD
Durante los dos primeros años contados a partir de la fecha de emisión del período de cobertura indicada en la carátula de la presente póliza o de su ultima rehabilitación, la Institución podrá rescindir el contrato si el Asegurado o el Contratante incurrieron en omisiones o inexactas declaraciones sobre los hechos importantes para la apreciación del riesgo amparado por esta póliza, al contestar los cuestionarios proporcionados por la Institución para la emisión de la misma o para su rehabilitación, aunque tales hechos no hayan influido en la realización del siniestro.
Notas:
a) Es muy importante que el asegurado declare su situación médica, ocupacional y de riesgos particulares (deportes, motociclismo, piloto o pasajero en aviones particulares) del tal manera que la compañía de seguros pueda realizar una suscripción adecuada, ya que si falsea su declaración y llega a fallecer dentro de los dos primeros años de la emisión de la póliza o ultima rehabilitación la compañía de seguros esta en el derecho de no pagar los beneficios a los beneficiarios.
b) Si tienes una póliza de seguro de vida con una vigencia de más de dos años no la canceles has un esfuerzo y sigue pagándola ya que si la cancelas y en un futuro te interesa rehabilitarla o adquirir una nueva y tu salud cambia corres el riesgo de ser extra primado o inclusive de no ser asegurable Recuerda el Seguro de Vida es el instrumento financiero que convierte a tu viuda y a huérfanos en herederos, demuéstrales tu amor para siempre

martes, 14 de junio de 2011

Independencia Financiera

¿Cómo sería la vida sin tener que trabajar día a día para vivir como queremos? El sueño de todos es trabajar por el placer de tener satisfacciones profesionales y no por necesidades de subsistencia. Para la mayoría la vida transcurre en el día a día, donde nos planteamos objetivos de crecimiento para mejorar nuestro nivel de vida y el de nuestra familia, pero sin tener una idea clara de cómo será nuestro futuro. En nuestro panorama solo se vislumbra el trabajar muy duro para lograr lo que queremos ahora.

Hoy más que nunca, por la creciente movilidad y competencia laboral no se puede tener plena certeza de que se mantendrá un trabajo por muchos años, por lo que debemos modificar nuestra forma de pensamiento.

Para lograr esa ansiada independencia financiera, es necesario que revaloremos lo que estamos haciendo, debemos entender que la empresa más importante somos nosotros mismos y que será generosa de acuerdo a lo que pensemos y cuidemos de ella.

Y al igual que cualquier empresa, podemos analizar su situación actual y planear cómo hacerla más productiva.
Comencemos por escribir sobre nosotros lo siguiente:

Misión:
Aunque parezca una cuestión de carácter filosófico, es muy importante que reflexionemos sobre este punto de manera seria. Tenemos muchos motivos por los que entender cuál es nuestra misión en este mundo, sin embargo y regresando al tema central de este artículo, es necesario comprender que nuestra misión no es sufrir toda la vida por causas económicas, por eso es imprescindible buscar la independencia financiera.
¿Cómo me veo en cinco, diez o más años? Esta es una de las mejores maneras de mentalizarnos para conseguir nuestros objetivos. Es la forma de dirigirnos a un punto bien definido, y no obstante en el transcurso del camino se nos presenten obstáculos, otras oportunidades o accidentes que provoquen que desviemos el rumbo, nuestra visión hará que nuevamente regresemos a la ruta que nos habíamos propuesto.

Objetivos:
Existen varios tipos de objetivos en nuestra vida, como el profesional, familiar, emocional, amistoso, espiritual, y el que nos ocupa: el económico. Como todo objetivo debe ser medible, es decir, debemos tener por escrito la cantidad a la que queremos llegar para lograr nuestra independencia financiera, y también anotar el tiempo en que deseamos lograrlo, sin estas dos referencias cualquier objetivo será solo una ilusión. Aparte de desear es necesario que seamos realistas, un objetivo inalcanzable es igualmente ilusorio, nuestro objetivo deberá ser accesible, y este puede componerse a corto, mediano y largo plazo, ya que conseguirlo rápidamente nos alentará a seguir adelante.

Estrategias:
En este caso, se debe elaborar un plan general, recomendamos que sea visual, es decir un mapa de nuestra vida, donde se incluyan los objetivos. Aquí lo más importante es definir cómo lograrlos. En esta parte es donde tomamos decisiones. Si la remuneración por nuestro trabajo actual no es suficiente para alcanzar nuestros objetivos, será necesario pensar en otra alternativa de empleo, o en opciones de ingreso adicionales. Lo importante es trazar un plan que nos brinde la oportunidad de generar lo suficiente para estar en posición de avanzar a nuestras metas. Es recomendable que se destine el tiempo suficiente para reflexionar y hacer los cambios que sean necesarios. Se requiere de una gran voluntad para modificar nuestras costumbres o hábitos, y así lograr las condiciones que nos dirijan a donde queremos.

Ingreso: Este es el factor más importante que debemos calcular, y es la base para analizar nuestra situación actual, sin embargo, para determinar exactamente cuál es nuestro ingreso, debemos considerar lo siguiente:

Ingreso Bruto:
El salario o sueldo con el que estamos contratados, sin considerar ningún otro rubro.

Impuestos:
Es necesario separar lo referente a los impuestos de nuestro salario bruto.

Aportaciones sociales: Sabemos que en nuestro salario mensual se derivan aportaciones para seguridad social, IMSS, AFORE, INFONAVIT, y tal vez el pago de un seguro de gastos médicos para nuestra familia, el pago de una hipoteca, etc.

Gastos inherentes al desempeño de nuestra actividad:
Este tipo de gastos, rara vez los consideramos como parte de lo que debemos deducir a nuestro ingreso bruto: La gasolina o el transporte para llegar a nuestro lugar de trabajo, la comida fuera de casa, ropa formal, estacionamiento, gastos de socialización. Todos estos egresos son necesarios solo si trabajamos, por lo que es recomendable que los veamos como una deducción a nuestros ingresos por salario.

Ahorro:
Este se debe considerar como un pago más.
El ahorro siempre se deja al final de nuestro presupuesto, es decir, si sobra algo después de los gastos, entonces podremos ahorrar. El cambio de paradigma en este sentido es fundamental para lograr nuestros objetivos financieros. El ahorro deberá considerarse como un pago, y quizás como el más importante. Tan importante como el de la renta, la hipoteca o la colegiatura. Si no avanzamos en este sentido, será muy difícil que algún día logremos nuestro objetivo. Quizás sea necesario sacrificar algún gasto superfluo, pero será fundamental que el ahorro se posicione dentro de los tres rubros más importantes al definir nuestro presupuesto.

Inversión:
El manejo inteligente, educado de nuestro dinero.
El ahorro es la base para iniciar el camino a la independencia financiera, sin este no hay nada. La inversión de ese ahorro es la clave para crecer más rápidamente para conseguir el objetivo. El principal factor para aventurarnos en esta actividad, son los conocimientos que tenemos de las herramientas de inversión que nos ofrece el mercado. Es vital que no nos aventuremos en inversiones que desconocemos no obstante un asesor financiero nos lo recomiende, es necesario que personalmente busquemos documentarnos sobre el producto que nos ofrezcan; nunca será demasiada la información que podamos adquirir sobre esa herramienta. Después podremos tomar decisiones y riesgos medidos. Nunca debemos actuar precipitadamente.

Disciplina:
Nada de lo anterior tendrá sentido si no tenemos una firme voluntad y disciplina. Cualquier plan que realicemos será inútil si no lo ejecutamos adecuadamente. Nada debe hacer que desviemos nuestro camino, debemos ser fuertes ante las tentaciones del momento y del entorno social; nuestra visión ayudará, y la voluntad y disciplina serán el pilar para seguir adelante, nunca nos arrepentiremos de no desviar el rumbo. El beneficio final es muy alto, por esa razón no será fácil, pero debemos seguir adelante.

Éxito: Se dice que no hay nada mejor que lograr lo que nos proponemos, y en nuestro objetivo económico en particular, estamos seguros que lograr nuestra independencia financiera en el menor tiempo posible, es uno de los mejores retos que más nos darán emoción en nuestra vida. Para nuestra propia tranquilidad y de la gente que nos rodea, ser autosuficientes ahora y siempre será lograr el éxito económico.

lunes, 6 de junio de 2011

Cuanto Vales?

 
clip_image002[6]Alfredo, con el rostro abatido de pesar se reúne con su amiga Marisa en un restaurante a tomar un café. Deprimido descargó en ella sus angustias ... que el trabajo, que el dinero, que la relación con su pareja, que su vocación ... todo parecía estar mal en su vida.
Marisa introdujo la mano en su cartera, sacó un billete de 100 dólares y le dijo: -"Alfredo, quieres este billete?"

Alfredo, un poco confundido al principio, le dijo: -"Claro Marisa... son 100 dólares, ¿quién no los querría?" Entonces Marisa tomó el billete en uno de sus puños y lo arrugó hasta hacerlo un pequeño bollo.

Mostrando la estrujada pelotita verde a Alfredo volvió a preguntarle:
-"Y ahora igual lo quieres?"

-"Marisa, no sé qué pretendes con esto, pero siguen siendo 100 dólares, claro que los tomaré si me lo entregas."

Entonces Marisa desdobló el arrugado billete, lo tiró al piso y lo restregó con su pie en el suelo, levantándolo luego sucio y marcado.

-"Lo sigues queriendo?"

-"Mira Marisa, sigo sin entender que pretendes, pero ese es un billete de 100 dólares y mientras no lo rompas conserva su valor..."

-"Entonces Alfredo, debes saber que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te arrugue o pisotee SIGUES siendo tan valioso como siempre lo hayas sido ... lo que debes preguntarte es CUANTO VALES en realidad y no lo golpeado que puedas estar en un momento determinado".
Alfredo se quedó mirando a Marisa sin atinar con palabra alguna mientras el impacto del mensaje penetraba profundamente en su cerebro.

Marisa puso el arrugado billete de su lado en la mesa y con una sonrisa cómplice agregó: -"Toma, guárdalo para que te recuerdes de esto cuando te sientas mal ... ¡pero me debes un billete nuevo de 100 dólares para poder usar con el próximo amigo que lo necesite!" Le dio un beso en la mejilla a Alfredo -quien aún no había pronunciado palabra- y levantándose de su silla se alejó rumbo a la puerta.

Alfredo volvió a mirar el billete, sonrió, lo guardó en su billetera y dotado de una renovada energía llamó al mesero para pagar la cuenta.