miércoles, 26 de octubre de 2011

5 razones para ‘aplicarte’ con tu retiro

92% de los mexicanos quiere ser independiente tras su jubilación, pero sólo 28% tiene un plan; al terminar su vida productiva, los ex trabajadores reciben en promedio sólo 1,100 pesos al mes.
Aunque parezca que tu retiro no sucederá pronto, el ahorro para tu jubilación debe estar entre tus prioridades financieras desde que empiezas a trabajar.

Los trabajadores retirados reciben en promedio únicamente 1,100 pesos al mes como parte de sus recursos administrados por la Afore, según informa el Colegio de Contadores.
La encuesta de ahorro de Asociación Mexicana de Afores (Amafore) indica que 92% de los mexicanos quiere ser independiente tras su jubilación, pero sólo 28% tiene un plan para jubilarse cómodamente.
A continuación te presentamos cinco poderosas razones para poner atención (y recursos) a tu cuenta para el retiro.
  1. Entre más joven, es más fácil. Los esquemas de ahorro, incluso si cuentas con un plan privado para el retiro, marcan que cuando eres joven puedes darte el lujo de destinar una cantidad no muy cuantiosa a tu jubilación, sin embargo, conforme pase el tiempo, debes aumentar el porcentaje del ingreso que destinas a tu vejez. Un tip práctico es empezar a destinar cantidades periódicas a tu cuenta individual en la Afore. Piensa que mientras más joven eres, tienes menos compromisos financieros (como pago de una casa o escuela de los hijos).
  2. Las condiciones demográficas cambian. México experimenta un fenómeno denominado ‘bono demográfico', lo cual implica que la mayoría de la población está ahora en edad de trabajar, sin embargo, esta condición no es permanente y en no más 15 o 20 años, la mayoría de la población pertenecerá a un rango de edad idóneo para el retiro. Esto podría traducirse en un problema para el gobierno en términos de atención médica; considera entonces que tal vez para cuando te retires deberás pagar atención privada para algunos servicios.
  3. La mentalidad también cambia. En el pasado, ere frecuente escuchar que el hijo menor debía tener la vocación de quedarse en casa a cuidar de los padres; incluso la encuesta de Amafore revela que 5 de cada 10 personas espera que sus hijos cuiden de ellos en la vejez. Sin embargo, considera que cada vez es más común la cultura de ‘hacer a los hijos independientes' y los procesos familiares cambian, así que piensa dos veces antes de confiarte en que tu hijo o hijos se harán cargo de ti.
  4. Tu afore es un vehículo seguro de inversión. Las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) tienen una legislación especial que no les permite invertir en todo tipo de activos, eso garantiza que tu dinero está seguro, además, conforme aumenta tu edad, tu cuenta se ‘muda' a un esquema de inversión con menores riesgos. De acuerdo con la Amafore, las inversiones se componen de la siguiente manera: 46% al sector de desarrollo e infraestructura; 17% en deuda de empresas industriales; 17% financiamiento a empresas mexicanas; 15% en el sector de servicios financieros, 4% al sector telecomunicaciones, y 1% al sector alimentos, turismo y financiamiento automotriz.
  5. Es tiempo de romper mitos. Si tienes entre 20 y 40 años, seguramente conoces el caso de un tío o un abuelo que se jubilaron con un sueldo muy cuantioso. Es importante que tomes en cuenta que la legislación ha cambiado, y si antes por ley el Estado te jubilaba con un pago similar a tu último sueldo, ahora, cuando llega el momento del retiro la mensualidad que te corresponderá depende completamente del ahorro que hayas acumulado, de ahí la importancia de que te ‘apliques' con tu cuenta para el retiro.
Para darte una idea de cuánto tendrás en tu cuenta para cuando quieras jubilarte, puedes consultar la calculadora de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, en su sitio web.

viernes, 21 de octubre de 2011

Claves para elegir el mejor seguro

 ‘Cuando te toca, aunque te quites, y cuando no te toca, aunque te pongas' ese dicho popular ilustra de manera acertada la mentalidad de los mexicanos, pues sólo seis de cada 100 personas tiene un seguro de gastos médicos y siete de cada 100 cuenta con una protección en caso de fallecimiento; en cuanto a la protección de los bienes, dos de cada 10 autos en el país están asegurados, mientras que la mayor parte de las primas para asegurar inmuebles están asociadas con el pago de un crédito hipotecario, según el reporte anual de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).

No es necesario decir por qué es importante que cuides tu salud o protejas a tu familia. La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (condusef) explica que los riesgos, aunque sean poco probables, te rondan todos los días y la forma más eficiente de sentirte tranquilo es la transferencia de esta responsabilidad a una institución.
"Un seguro te permite hacer arreglos para que las consecuencias financieras de un siniestro sean asimiladas por personas ajenas a quienes sufren los daños. El objeto del seguro es reducir las afectaciones de tu patrimonio cuando un riesgo se concreta", señala la institución.
Si crees que ‘tú eres joven y no tiene por qué pasarte nada', checa estas cuatro coberturas básicas, es probable que descubras la necesidad de sentirte protegido, los seguros básicos que debes considerar son:.
1. Seguro de vida. Es básico cuando alguien depende económicamente de ti, pues en caso de que fallezcas o tengas un accidente que te impida trabajar, esa persona (o personas) a las que seguro aprecias, quedarían desprotegidos económicamente.
"Existen seguros dotales que son seguros de vida con un componente de ahorro de largo plazo. Se fija un lapso al término del cual la compañía te paga la suma asegurada. Si falleces antes del plazo establecido en la póliza, la suma asegurada se entrega a tus beneficiarios", señala la Condusef.
2. Seguro de gastos médicos. Si no cuentas con seguridad social (como IMSS o ISSSTE) es conveniente contratar un seguro de gastos médicos. Este cubre desembolsos como hospitalizaciones, atención médica, cirugías y medicamentos.
Considera que hay  coberturas a las cuales se les aplica un periodo de espera, esto quiere decir que a partir de la contratación del seguro, debe existir un periodo de tiempo para que la aseguradora pueda cubrir cierta enfermedad o incapacidad.
En caso de presentarse alguna enfermedad o incapacidad antes de dicho tiempo, la institución de seguros no cubrirá sus gastos. Lo mismo aplica en caso de enfermedades preexistentes, es decir, enfermedades que padecía el asegurado antes de contratar el seguro.
3. Seguro de automóvil. Aún si tu auto es una ‘carcachita' de los años 70, pregúntate ¿qué pasaría si chocas contra un auto de lujo? ¿Podrías hacer frente a ese gasto?
Si no estás en posibilidades de comprar una cobertura integral, lo ideal es que tengas al menos un seguro de responsabilidad civil que cubra los daños que puedas ocasionar a un tercero; existe una gran oferta de productos en este segmento, no te confíes, pues el primer paso a seguir cuando te choca alguien que no tiene seguro es llamar al Ministerio Público: evítate malos ratos.
4. Seguro de daños para el hogar. Los fenómenos naturales no son algo que se pueda controlar siendo precavido, pero sí puedes aminorar los efectos en tu hogar. Un seguro para tu vivienda amortigua los gastos provocados por incendio, terremoto, inundaciones y hasta robo.
La ventaja es que las coberturas contemplan la protección de la estructura física de los edificios y el contenido de la casa, si estás rentando puedes asegurar sólo tus pertenencias; aunque un terremoto o una inundación son poco probables, piensa que un descuido con una llave del agua o una descarga eléctrica pueden suceder en cualquier momento.
  • Antes de optar por una cobertura, revisa la póliza, suma asegurada, deducible y costo de la prima; aprende como priorizar entre la protección para tu salud, vida, auto, casa y educación de los hijos.

jueves, 13 de octubre de 2011

- Convierte tu gasto hormiga en inversión -

Si al abrir tu cartera te has preguntado ¿en qué gasté si no he comprado nada? Es momento que pongas atención a tus desembolsos 'hormiga'. Conocidos también como ‘gastos fuga', los gastos 'hormiga' son pequeñas compras innecesarias que sin darte cuenta -y de manera silenciosa- consumen una gran parte de tu sueldo día con día. "En la mayoría de los casos ni siquiera nos damos cuenta cuando hacemos estos gastos, son tan cotidianos que pasan de nuestra vista y de nuestro bolsillo. Basta con sacar cambio de la bolsa, un billete suelto o la tarjeta de crédito sin pensar en lo que se compra por impulso", explica Mikhail Mora Aponte, CFA, director de producto y comercial de Principal Fondos de Inversión.

El café diario, los cigarros, los cacahuates de la tarde y comer en la calle son los ejemplos más comunes. De acuerdo con la firma de inversiones, si sumas lo que gastas en una semana por estos conceptos, al final del mes podrías ahorrar un aproximado de 1,940 pesos, que en un año se traducirían en hasta 23,280 pesos.   "A ese ahorro podrías sacarle aún más provecho si en lugar de guardarlo debajo del colchón lo invirtieras en una solución, como un fondo de inversión en el cual podrías llegar a juntar más de 800 mil pesos en 18 años", explica el ejecutivo.
Pequeñas soluciones
  1.  La forma más simple para detectar qué tanto dinero se va en esos pequeños gastos es anotar en una bitácora cuáles son tus gastos diarios personales y ver cuáles podrías recortar o incluso quitar de tu vida diaria; calcula el monto que repercute este gasto a la semana, al mes y al año, para que veas cuánto podrías ahorrar.
  2. Para alejar el riesgo de gastar de más, es necesario monitorear todos los desembolsos, incluso los compromisos con tarjetas de crédito e hipotecas; de esta forma podrás ver en realidad cuántas deudas tienes y en cuánto tiempo puedes liquidarlas más fácilmente.
La Comisión Nacional Para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) recomienda que clasifiques tus gastos en tres grandes rubros: los imprescindibles, los necesarios y los deseables o innecesarios.
El organismo explica que puedes recortar en orden inverso (primero los innecesarios), pues los gastos que se realizan cada fin de semana en salidas con los amigos y familiares, los cafés y refrigerios matutinos en el trabajo, comer todos los días en restaurantes, la 'boleada' de zapatos dos o tres veces a la semana, hábitos como fumar y beber, las propinas en restaurantes y al valet parking, son desembolsos que se realizan sin tomar en cuenta el riesgo que pueden representar para las finanzas personales.
Adicionalmente, la Condusef recomienda que para motivarte a exterminar tus gastos 'hormiga', te fijes una meta: tomar unas vacaciones, inscribirte en algún curso o comprarte algún electrónico que deseas, es ahí donde los fondos de inversión pueden facilitar un poco el trabajo.
¿Qué tanto es tantito?*
Si sumas tus gastos podrías llevarte una sorpresa...





¿En cuánto se pueden convertir?*
 

*Fuente: Principal Fondos de Inversión