lunes, 8 de noviembre de 2010

¿Estan Embarazados?

Aún recuerdo cuando mi esposa y yo nos embarazamos hace ya 15 años. Fueron momentos hermosos pero, sin duda alguna, todo un reto para ambos.

Iniciamos juntos un ahorro para poder tener a nuestra hija en las mejores condiciones posibles, lo cual logramos (fue nuestro primer objetivo financiero cumplido). Eso fue fundamental en nuestra vida y nos dio una gran motivación para seguir adelante.

Pero también fue una etapa muy difícil. Pocas parejas saben o siquiera imaginan lo que significa añadir hijos a su vida. Es un gran compromiso (y una gran felicidad).

Por ello debemos prepararnos en todos los aspectos posibles: a nivel emocional y espiritual, como individuos y como pareja. Pero también –muy importante– en el aspecto financiero.

A continuación presentamos algunos asuntos clave que debemos reconocer y hacer antes y después de formar una familia:

Fijar nuestras prioridades. Es muy claro que no podemos tener y hacer todo a la vez. Como en cualquier otro aspecto de la vida, comenzar o expandir una familia requiere de planeación financiera.

Revisar nuestro presupuesto. Es importante hacer un análisis honesto sobre cómo su ingreso y gasto se verán impactados. Los bebés disparan el gasto, por lo menos en comida, ropa, medicinas, vacunas, pañales, etcétera.

Adicionalmente, algunas madres podrían preferir obtener un trabajo de medio tiempo o dejar de laborar para dedicarse mejor a sus hijos. Esta decisión debe tomarse antes de planearlos.

El costo de la educación. Lamentablemente, en términos generales, el nivel de la educación pública en nuestro país es demasiado pobre. Esto obliga a los padres responsables a tratar de llevar a sus hijos a escuelas particulares, con el fin de que tengan mayores oportunidades en su vida laboral. El costo es muy elevado: puede llegar hasta 900,000 pesos de jardín de niños a preparatoria, más una cantidad similar para la universidad.

Revisar las coberturas de seguros. Antes del embarazo es muy importante revisar que nuestro seguro de gastos médicos tenga cobertura para maternidad. En todos los casos existe un periodo de espera de alrededor de un año para que esta cobertura pueda operar. Además, los padres deben contratar un seguro de vida al momento de confirmar que existe el embarazo, no después de que nazca el niño. Alguno de los dos podría desarrollar un problema de salud durante el embarazo (no es frecuente, pero es un riesgo), por lo que podrían tener problemas para encontrar un seguro de vida adecuado.

Actualizar o hacer un testamento. Si uno tenía ya un testamento antes de formar una familia, desde luego debe cambiarlo para incluir al nuevo ser. De lo contrario, es importante hacer uno. Con un hijo en el mundo, uno debería tener designado algún tutor que se encargue de su desarrollo en el caso de que ambos padres llegaran a faltar. Es peor imaginarnos a una Corte decidir sobre quién se hará cargo de nuestros hijos.

Dar de alta a nuestros hijos en nuestro seguro médico. Muchas compañías ofrecen cobertura inmediata y automática a los niños desde que nacen; sin embargo; el nacimiento les debe ser reportado dentro de un plazo razonable (generalmente es un mes, pero puede variar según los términos de la póliza) y pagar la prima correspondiente. Es importantísimo hacerlo, ya que un recién nacido puede experimentar complicaciones en sus primeras semanas de vida.

No poner los deseos de nuestros hijos antes de las necesidades familiares. Muchos padres ofrecen a sus hijos infinidad de actividades por las tardes: natación, clases de música, etcétera. Muchos padres terminan por no controlar estas actividades, que pueden convertirse en un dolor de cabeza financiero. Sin duda, el hacerlo de forma ordenada y siempre con un fin en mente, puede resultar muy beneficioso para la familia. Las familias más felices son aquellas en las cuales todos los miembros pueden distinguir claramente entre lujos materiales y necesidades familiares.

El costo de un accidente feliz. Mucha gente que ha planeado tener cierta cantidad de hijos termina teniendo varios más en lo que se llama accidente feliz. Es importante que la planificación familiar involucre métodos permanentes y seguros una vez que se ha alcanzado el número de hijos deseado, recordando que este tipo de accidentes son los más costosos que uno puede enfrentar.

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